Como Tratar Al Prójimo Según La Biblia?
La enseñanza de Jesús de tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti se llama la regla de oro. Cuando seguimos esa regla, somos felices y ayudamos a que otros también lo sean.
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Contents
¿Qué es el prójimo y como debe tratarlo?
Prójimo es un concepto, etimológicamente cognado con próximo, que puede utilizarse como sinónimo de semejante, cercano o vecino; pero que la mayor parte de las veces se usa en contextos religiosos o morales.
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¿Qué dice la Biblia sobre el amor al prójimo?
El concepto de amor al prójimo está recogido en la Biblia (con las palabras ama a tu prójimo como a ti mismo), como el segundo de los dos mandamientos en los que Jesucristo resumió la totalidad de la ley divina.
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¿Que nos enseña Jesús con respecto al prójimo?
Introducción para el Maestro – Con el fin de prepararse espiritualmente para enseñar esta lección, tenga a bien leer y meditar en cuanto a lo siguiente: Jesucristo dio el ejemplo perfecto de bondad y de amor. A lo largo de Su ministerio terrenal, Jesús mostró el amor que tenía por los demás cuando bendecía y servía a los pobres, los enfermos y los afligidos.
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¿Por qué es importante el amor al prójimo?
Según los cristianos, cuando Jesús vino a la Tierra profetizó que lo más importante es ‘ amar al prójimo como a ti mismo y a Dios sobre todas las cosas’. Ese es el principio que debe seguir el hombre para llevar una vida correcta, de acuerdo a las enseñanzas del Mesías.
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¿Qué designios nos deja Jesús sobre el amor al prójimo?
Jesús, con su obrar y en su enseñanza, pone de relieve la posición específica del amor al prójimo respecto a los demás preceptos (cf. Mt 22, 40; Mc 12, 31). Él señala que semejante precepto va unido inseparablemente al del amor a Dios y que, en cuanto tal, participa de la condición de ‘primero y mayor’ mandamiento.
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¿Quién es mi prójimo Lucas 10 25 38?
Reflexión – El evangelio de hoy nos presenta la parábola del Buen Samaritano, uno de los textos más leídos de la historia cristiana y el que más se emplea para la formación religiosa. Pareciera ser tan claro y directo el mensaje, que no necesita explicación.
Jesús ante la pregunta ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna? responde «amarás a tu prójimo como a ti mismo». La respuesta es categórica, no deja espacio para interpretaciones evasivas o acomodaticias. Hoy Jesús vuelve a decirnos “Haz tú lo mismo” Este imperativo de Jesús debemos grabarlo en nuestro corazón y actuar con pasión -en el día a día- conforme a ello.
Obra con amor, sin que la razón, la tradición o las leyes te frenen. ¿Quién es tu prójimo? : Lucas 10, 25-37: ¿Quién es mi prójimo?
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¿Qué significa amar a tu prójimo como a ti mismo?
Ama a tu prójimo como a tí mismo Es bien conocido este dicho de Jesús en los Evangelios. Encierra, a mi entender, una gran verdad: No podemos amar al otro, si primero no nos amamos a nosotros mismos. En primer lugar, debemos aclarar que el amor no es un sentimiento.
No es posible amar a alguien porque es un imperativo sentir algo hacia esa persona. “Ustedes tienen que amarse”. Aunque el amor se siente, no es un sentimiento. Tampoco podemos reducirlo a “hacer el amor”, pues la sexualidad puede ser el resultado del amor o un mero acto biológico (deseo sin amor). El amor va mucho más allá.
El amor es un vínculo, un acto hacia todos los vínculos (padres, hermanos, amigos, etc.). Tampoco debemos confundir amor con enamoramiento. El enamoramiento es una respuesta psicobiológica por la que idealizamos al otro y es “ciego”. Uno ve al otro perfecto, maravilloso; incluso sus errores son buenos, porque lo idealizamos.
- Con el correr del tiempo, si surge el amor, este ve las debilidades y todo lo que el enamoramiento no veía.
- ¿Cómo definir entonces el amor a uno mismo, que es la plataforma para poder amar a otros.
- ¿Podemos definirlo como la transmisión de mis gustos hacia el otro? ¡De ninguna manera! Los gustos son personales.
Avancemos en la definición Amarse a uno mismo es proveer para el propio crecimiento. Proveer en el sentido de cuidarme y darme las semillas y los nutrientes que me permitan crecer, desarrollarme y alcanzar la madurez. Pienso en mí y me brindo lo que necesito para crecer, tanto mentalmente (en sabiduría), físicamente (alimentándome saludablemente y haciendo ejercicio), relacionalmente (inteligencia emocional que me ayuda a llevarme bien con los demás) y espiritualmente (desarrollando valores y una vida trascendente).
- Cuando una persona no crece, no se desarrolla en estas áreas, no se está amando.
- La otra faceta del amor es cuidarse.
- Cuando uno aprende a decirle “no” a lo malo: a las conversaciones que no construyen, a los amigos que nivelan para abajo, a la gente tóxica y a los ámbitos o situaciones que dañan a nivel emocional, y a decirle “sí” a lo bueno, en verdad se está cuidando.
Amarme a mí mismo es proveer para mi crecimiento en cada área de la vida y cuidarme. Y porque me amo, puedo amar al otro. Amar al otro como a uno mismo es proveer todas las semillas y todos los nutrientes (actitudes) que pueda para que vos (mi pareja, mi hijo, mi padre, mi amigo) puedas desarrollarte y crecer.
El amor saludable no aplasta al otro, no impide su desarrolle emocional, físico y espiritual, no compite con el otro, no envidia al otro. Por el contrario, da todo lo que está a su alcance para que el otro pueda alcanzar su plenitud. Amarse a uno mismo consiste en cómo me cuido yo, diciendo “sí” a lo bueno y “no” a lo malo.
Amar al otro es pensar cómo puedo cuidarte a vos: poniendo mi hombro cuando estás débil, preguntándote qué te sucede, acompañándote con mi escucha, ayudándote a reflexionar para que le digas “no” a la droga, a la mentira, al robo y a todo aquello que nos daña como seres humanos.
El narcisista no se ama a sí mismo. Como no tiene estima, construye un yo exagerado, inflado, y no piensa en el otro, no empatiza con el otro. Piensa: “Yo soy único y grandioso y no existe nadie más. “A mí tienen que tratarme de una manera especial”. En cambio, alguien con la estima sana provee para su propio desarrollo y se cuida; y por eso, desea que el otro también se desarrolle y se cuide.
El lema de una persona con la estima sana es: “Yo valgo y vos también”. No impone sus gustos personales, ni sus propios deseos, sino que otorga un marco de alegría, paz, encuentro e intimidad. La fe, la esperanza y el amor son tres elementos fundamentales para el ser humano pero, sin lugar a dudas, el más grande de ellos es el amor.
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¿Cuál es el mandamiento más importante?
”Maestro, ¿ cuál es el mandamiento más grande de la ley?’. Jesús le respondió: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos.
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¿Qué dice Lucas 6 31?
Lucas 6
- 1 Y aconteció que, pasando Jesús por los sembrados en un día de reposo, el después del primero, sus discípulos arrancaban espigas y, restregándolas con las manos, las comían.
- 2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los de reposo?
- 3 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;
- 4 cómo entró en la casa de Dios y tomó los de la proposición, los cuales no es lícito comer, sino solo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?
- 5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
- 6 Y aconteció también en otro día de reposo que él entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía seca la mano derecha.
- 7 Y le acechaban los escribas y los fariseos para ver si sanaría en el día de reposo, a fin de hallar de qué acusarle.
8 Pero él, que conocía los pensamientos de ellos, dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso de pie.9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal? ¿Salvar la vida o quitarla? 10 Y, mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano.
- 11 Y ellos se llenaron de ira y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
- 12 Y aconteció en aquellos días que él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
- 13 Y cuando fue de día, llamó a sus discípulos y a doce de ellos, a los cuales también llamó :
- 14 a Simón, a quien también llamó, y a su hermano Andrés, a y a Juan, a Felipe y a Bartolomé,
- 15 a Mateo y a Tomás, a Jacobo hijo de Alfeo y a Simón llamado Zelote,
- 16 a Judas hermano de Jacobo, y a Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
- 17 Y descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud del pueblo de toda Judea, y de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades;
- 18 y los que habían sido atormentados por eran sanados.
- 19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él y sanaba a todos.
- 20 Y alzando él los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los, porque vuestro es el de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os de sí, y os vituperen y vuestro nombre como malo por causa del Hijo del Hombre.23 Gozaos en aquel día y, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas.24 Pero, ¡ay de vosotros, !, porque ya tenéis vuestro consuelo.25 ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre.
- 27 Pero a vosotros los que oís, os digo: a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;
- 28 bendecid a los que os maldicen y por los que os calumnian.
- 29 al que te en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.
- 30 Y a cualquiera que te pida, ; y al que tome lo que es tuyo, no se lo reclames.
- 31 Y así como queréis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?, pues también los pecadores aman a los que los aman.33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis?, porque también los pecadores hacen lo mismo.34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis?, pues también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
- 35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien y prestad, no esperando de ello nada; y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es benigno para con los ingratos y los malos.
- 36 Sed, pues,, como también vuestro Padre es misericordioso.
- 37, y no seréis juzgados; condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis,
- 38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosante se os dará en vuestro regazo, porque con la misma con que midiereis, se os volverá a medir.
39 Y les dijo una parábola: ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el ? 40 El discípulo no es superior a su maestro; pero todo el que sea será como su maestro.41 ¿Por qué miras la que está en el ojo de tu hermano y no consideras la viga que está en tu propio ojo? 42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
- 43 Porque no es buen árbol el que da malos ; ni árbol malo el que da buen fruto.
- 44 Porque cada árbol se conoce por su fruto, pues no se recogen higos de los espinos, ni se vendimian uvas de las zarzas.
- 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca el bien; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca el mal; porque de la abundancia del corazón habla la,
- 46 ¿Por qué me : Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
- 47 Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las, os enseñaré a quién es semejante:
- 48 Semejante es al hombre que, al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.
- 49 Pero el que las y no las obedeció es semejante al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra ella el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.
¿Cómo se debe buscar en la Biblia?
Lo primero que tenemos que saber es que los libros de la Biblia se hallan divididos en capítulos y estos en versículos. En el texto bíblico los capítulos se indican con números grandes y los versículos con números pequeños. El nombre del libro de la Biblia se indica con la abreviatura del mismo.
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