Como Afecta El Sedentarismo A La Salud?
¿Cómo afecta un estilo de vida sedentario a su cuerpo? – Cuando usted tiene un estilo de vida inactivo:
Quema menos calorías. Esto hace que usted tenga más probabilidades de subir de peso Puede perder masa muscular y resistencia, porque no usa tanto sus músculos Los huesos se debilitan y pierden algo de su contenido mineral Su metabolismo puede verse afectado y su cuerpo puede tener más problemas para sintetizar grasas y azúcares Su sistema inmunitario quizás no funcione tan bien Puede tener una mala circulación de la sangre Su cuerpo puede tener más inflamación Puede desarrollar un desequilibrio hormonal
Contents
- 1 ¿Cuál es la causa del sedentarismo?
- 2 ¿Qué pasa si llevas una vida sedentaria?
- 3 ¿Qué podemos hacer para evitar el sedentarismo?
- 4 ¿Cuándo es el mejor horario para hacer ejercicio?
- 5 ¿Cuál es la mejor edad para empezar a hacer ejercicio?
- 6 ¿Cómo saber si soy fisicamente activo?
- 7 ¿Cuáles son las principales causas del sedentarismo en los jóvenes?
¿Cómo afecta el sedentarismo a la salud física y mental?
Resumen – El estilo de vida de las últimas décadas ha generado un incremento en actitudes sedentarias y, junto con el descenso de la actividad física, ha propiciado un efecto negativo en la salud mental. La vida sedentaria aumenta el riesgo de padecer diferentes tipos de trastornos mentales, debido al cual, puede generar alteraciones del sueño, además de un bajo nivel de felicidad.
- Los padecimientos más frecuentes asociados al sedentarismo son la depresión, ansiedad, baja autoestima, ideación suicida, soledad, estrés y distrés psicológico.
- El ejercicio físico ha sido demostrado como uno de los tratamientos más importantes para el mejoramiento y manejo de la salud mental en deterioro, ya que tiene beneficios a nivel físico, psicológico y social.
Se describen varios de los beneficios que aporta el reducir la ociosidad de las personas, entre los más llamativos están la mejoría en el estado de ánimo, patrón de sueño, función cognitiva, autoestima, calidad de vida, manejo del estrés y reducción del riesgo cardiovascular. Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0, Derechos de autor 2022 Sophia Delgado Villalobos, Cheng Huang Qiu, Leticia González Cordero, Mauricio Castro Sibaja
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¿Cuál es la causa del sedentarismo?
El sedentarismo puede estar causado por la falta de iniciativa o de motivación, enfermedades crónicas, por lesiones o el miedo a empeorar estas dolencias, por el cambio negativo en la percepción de las capacidades físicas y las habilidades o también por la pérdida de la seguridad y confianza.
- Por excelencia, se ha demostrado que con actividad física y vivir en sociedad ayuda a envejecer mejor y a prevenir riegos de enfermedades.
- Ejemplo de ello son los problemas de depresión y ansiedad que suelen aparecer al permanecer en casa durante largas temporadas.
- El sedentarismo, a su vez, puede provocar diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, tensión arterial, osteoporosis, artritis, artrosis, etc.
Y llegados a este punto, ¿cómo evitamos el sedentarismo? Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre actividad física para la salud, las personas mayores de 65 años deberían realizar actividades físicas variadas tres o más días a la semana.
Ejercicios aeróbicos : un paseo diario de 30 minutos como mínimo. Si las circunstancias lo permiten, se puede complementar con actividades aeróbicas adaptadas a las personas mayores que resultan muy beneficiosas como las clases de baile o sesiones de aquagym. Ejercicios anaeróbicos : trabajo de fuerza y elasticidad mediante ejercicios localizados que ejercitan determinados grupos musculares. Se pueden practicar en casa, pero lo ideal es aprovechar el buen tiempo para ponerse en forma al aire libre. Una sesión de unos 15 minutos puede ser más que suficiente para garantizar la eficiencia de este trabajo. Lo importante es la constancia en la práctica. Ejercicios de relajación : disciplinas como el yoga o el tai chi se han puesto muy de moda también en la tercera edad. A quienes no le suene, estos ejercicios combinan la respiración con el equilibrio y promueven la mejora postural al tiempo que liberan la mente de preocupaciones.
El sedentarismo es un enemigo silencioso al que no se le suele prestar atención, pero, en ocasiones, es más peligroso de lo que se cree. Por ello, es importante seguir un estilo de vida saludable y practicar mucho ejercicio físico. : Causas del sedentarismo y consejos para evitarlo en personas mayores
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¿Cuáles son las características de una persona sedentaria?
Conducta sedentaria y biomarcadores del riesgo cardiometabólico en adolescentes: un problema científico y de salud pública emergente | Revista Española de Cardiología Uno de los elementos destacados de este número de REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA es la presentación de la investigación original de Martínez-Gómez et al 1, en la que se examinan las asociaciones del tiempo de sedentarismo evaluado objetivamente (demasiado tiempo estando sentado, a diferencia de demasiado poco ejercicio) y de la cantidad de grasa corporal con los factores de riesgo cardiovascular en una submuestra de 201 adolescentes participantes en el estudio Madrid AFINOS. Las características científicas clave de su investigación son la medición objetiva del movimiento ambulatorio (y de la ausencia de movimiento) con el empleo de acelerómetros, con los que se obtuvo el tiempo empleado en una conducta sedentaria. En su estudio, los autores realizaron mediciones antropométricas cuidadosas para determinar la adiposidad central y general, y determinaron una serie de biomarcadores del riesgo cardiovascular. En sus resultados describen asociaciones significativas entre el tiempo empleado en una conducta sedentaria o la grasa corporal y los biomarcadores del riesgo cardiovascular en este grupo de individuos jóvenes, de 13 a 16 años de edad. ¿Qué es la conducta sedentaria, a diferencia de la falta de actividad física? Las conductas sedentarias son las que requieren muy poco gasto de energía 2, Incluyen conductas que comportan estar sentado o recostado (pero no de pie) y se dan en ámbitos de trabajo (remunerado o no), viajes y tiempo de ocio. El tiempo empleado en esas conductas se considera tiempo sedentario. En las conductas sedentarias frecuentes, como el tiempo empleado en ver la televisión (TV), estar sentado en la escuela o utilizar ordenadores, los valores de equivalentes metabólicos (MET) asociados son del orden de 1-1,5 2, En cambio, andar a un ritmo moderado o rápido comporta un gasto de energía de alrededor de 3-5 MET; correr o practicar deportes enérgicos puede comportar un gasto de energía de 8 MET o más 2, La investigación sobre la actividad física y la salud se ha centrado especialmente en cuantificar el tiempo empleado en actividades que comportan estos niveles superiores de gasto energético (> 3 MET), considerando que no participar en ellas es «sedentarismo» 3, Sin embargo, esta definición no tiene en cuenta la contribución sustancial que tienen las actividades de baja intensidad (1,6-2,9 MET) al gasto diario total de energía 4 ni los posibles efectos beneficiosos para la salud que pueden derivarse de la realización de estas actividades de baja intensidad en vez del sedentarismo (que desde nuestra perspectiva es estar mucho tiempo sentado, a diferencia de no realizar actividad física) 5,6, Además, aunque los individuos puedan mostrarse sedentarios e inactivos, también es posible que coincidan un largo tiempo de sedentarismo y un largo tiempo de ejercicio, por ejemplo en los deportistas que se entrenan y deben pasar un tiempo considerable en reposo para recuperarse de esfuerzos físicos intensos. Desde un punto de vista fisiológico, se observan efectos diferentes con el tiempo de sedentarismo prolongado y con demasiado poco tiempo de ejercicio 7, Estas observaciones han sido respaldadas por el estudio epidemiológico de base poblacional, que indica generalmente que las asociaciones del tiempo de sedentarismo con las variables de valoración de la salud son independientes del nivel de actividad física (ejercicio). De hecho, se han observado asociaciones nocivas del tiempo dedicado a la televisión con los marcadores cardiometabólicos incluso en los individuos que cumplen lo establecido en las directrices de salud pública para la actividad física (a los que, por lo tanto, se consideraría «activos») 8, Las conductas sedentarias son cada vez más universales y motivadas por el entorno 9, Los contextos económico, social y físico en los que el ser humano actual se mueve muy poco y está mucho tiempo sentado en sus actividades de la vida diaria se han instaurado rápidamente, sobre todo desde mediados del siglo pasado. Estos cambios en los transportes personales, la comunicación, el lugar de trabajo y las tecnologías de ocio doméstico se han asociado a una reducción significativa de las demandas de gasto de energía humana, puesto que en todas estas actividades se requiere largo tiempo de permanencia en sedestación. Estos cambios ambientales y sociales han sido identificados como la causa del bajo nivel de actividad física que caracteriza la forma de vida habitual de las personas en los medios urbanos, suburbanos y rurales. Los adolescentes como grupo diana clave En la encuesta National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) de Estados Unidos de 2003-2004, los adolescentes mayores (16-19 años) fueron, en promedio, el segundo grupo más sedentario, tras los adultos de edad avanzada (≥ 60 años)10. Cuando los individuos jóvenes empiezan a aproximarse a su talla física de adultos y pasan a realizar actividades diarias propias del adulto (incluido un elevado número de horas en la escuela) y funciones sociales, pasan a ser cada vez más vulnerables a estas influencias universales que los llevan a pasar su tiempo en conductas sedentarias: es decir, demasiado tiempo sentados. El estudio de Martínez-Gómez et al se centra en este importante grupo sociodemográfico 1, Sus resultados plantean una importante preocupación respecto a la aparición temprana de patrones de conducta y de unas características de hábito corporal que pueden aumentar de manera significativa el riesgo de enfermedades crónicas importantes (especialmente la diabetes mellitus tipo 2, la enfermedad cardiovascular y el cáncer de mama y de colon). Aunque estas enfermedades pueden no manifestarse hasta una fase más avanzada, en la vida adulta, parece que no sólo la base conductual, sino también los precursores biológicos de estas enfermedades crónicas, pueden establecerse durante la adolescencia. Tal como resaltan Martínez-Gómez et al 1, la mayoría de los estudios que han examinado la relación del tiempo de sedentarismo con la salud cardiometabólica en niños y adolescentes se han realizado en el marco del European Youth Heart Study (EYHS), un estudio poblacional transversal en el que se investigó sobre los factores personales, ambientales y de estilo de vida que pueden influir en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en los niños de 9 a 15 años. Los resultados del estudio actual se suman a los del EYHS, y los amplían mediante el examen de los riesgos de salud significativos en adolescentes de 13 a 16 años, así como con los datos de otros biomarcadores, como la apolipoproteína. Es importante ampliar ahora estos datos más allá de los resultados transversales, muy informativos, que en el estudio se presentan, mediante un seguimiento y una nueva evaluación de estos individuos jóvenes a su paso por las diversas fases de la adolescencia y en edades posteriores. Además, es importante examinar con mayor detalle la forma en que las relaciones pueden variar en función del sexo, la edad y la raza/etnia, así como examinar la manera en que pueden interaccionar las conductas de salud relevantes (como la dieta, el ejercicio y el tiempo de sedentarismo). Creación de la base de evidencia: extensión más allá del estudio transversal La investigación sobre la conducta sedentaria se encuentra en sus fases iniciales, y va probablemente 20 años por detrás de la investigación sobre la actividad física en lo relativo a la medición válida y fiable y el conocimiento de los determinantes conductuales y la eficacia y efectividad de las intervenciones. Así pues, es importante construir una base sólida para este nuevo campo de investigación mediante la obtención de un conjunto de datos epidemiológicos más amplio sobre la forma en que la conducta sedentaria puede estar relacionada con toda una gama de resultados de salud, dentro de grupos de población diferentes en los que los factores genéticos, culturales, sociales y ambientales diferirán en aspectos científicamente importantes. Sin embargo, también es imprescindible que este nuevo campo de investigación avance más rápidamente para ir más allá de las limitaciones lógicas inherentes a los estudios transversales, para pasar a diseños de estudio prospectivos que examinen los efectos a largo plazo de la conducta sedentaria para la salud, estudios experimentales que aclaren los mecanismos fisiológicos que pueden subyacer a los resultados, y estudios de intervención que examinen si es factible modificar las conductas sedentarias, y los resultados de salud asociados a cualquier cambio. Dos estudios longitudinales recientes han resaltado la posible importancia de las conductas sedentarias en cuanto a la salud. En un seguimiento de 6,5 años de los participantes en el Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle Study (AusDiab), se observó que el hecho de dedicar mucho tiempo a ver la televisión se asociaba de manera significativa a un aumento de la mortalidad por todas las causas y la mortalidad por enfermedad cardiovascular 11, Las consecuencias adversas de estar sentado mucho tiempo han sido confirmadas por los resultados del seguimiento de participantes en las Canada Fitness Surveys realizadas desde los años ochenta 12, Los sujetos que inicialmente indicaron que pasaban la mayor parte del día sentados presentaron una mortalidad significativamente superior; es importante señalar que las relaciones entre tiempo de sedestación y mortalidad fueron manifiestas incluso en los individuos que aparentemente eran físicamente activos y fueron más intensas en los individuos con sobrepeso u obesidad 12, Tal como argumentan Martínez-Gómez et al, parece probable que exista una fisiología específica del tiempo de sedentarismo, dentro del cual los procesos biológicos sean diferentes de los que actúan en la fisiología del ejercicio tal como se entiende tradicionalmente 1, Los estudios de laboratorio fundamentales de Hamilton et al 7 aportan una perspectiva importante respecto a los posibles mecanismos subyacentes a las asociaciones observadas. En su serie de estudio, se identificó la regulación de la lipoproteinlipasa (LPL) como una vía clave por la que el tiempo de sedentarismo (que comporta largo tiempo de descarga postural de los músculos esqueléticos grandes) puede influir en la salud cardiometabólica. Estos estudios observaron también que los procesos celulares iniciados en el tiempo de sedentarismo tenían unas características propias y eran cualitativamente diferentes de las respuestas biológicas relacionadas con el ejercicio 7, Los estudios mecanicistas como éstos, al identificar posibles mecanismos subyacentes, son un elemento crucial en el campo de la investigación sobre la conducta sedentaria y la salud. Los estudios de intervención con el objetivo específico de reducir el tiempo de sedentarismo se han limitado básicamente a los niños, y a menudo abordan conductas sedentarias específicas, como el tiempo dedicado a ver la televisión y el de uso de ordenadores y juegos electrónicos (p. ej., la intervención de switch-play de Salmon et al 13 ). El examen de los cambios que son fiables, las correlaciones de esos cambios y su persistencia son pasos siguientes importantes en la investigación de la conducta sedentaria de los adolescentes, así como en los niños y los adultos. Importancia de las interrupciones en el tiempo de sedentarismo Además de examinar el tiempo de sedentarismo medio o agregado (durante todo el día o en ámbitos específicos como la escuela o el traslado, o para conductas específicas como ver televisión, utilizar ordenadores o estudiar), también es posible ampliar el ámbito de estudio científico mediante el examen de cómo se alcanza el tiempo total de sedentarismo. En un estudio de 169 adultos australianos, hemos observado que las interrupciones del tiempo de sedentarismo (que deben diferenciarse del total de tiempo empleado en conductas sedentarias) se asocian a resultados favorables de los biomarcadores metabólicos 14, Puede considerarse que el periodo de conducta sedentaria se interrumpe si las medidas obtenidas con el acelerómetro aumentan a 100 por minuto o más. La interrupción del tiempo de sedentarismo puede consistir en actividades como ponerse de pie cuando se está sentado o andar un poco. La presencia de un mayor número de interrupciones del tiempo de sedentarismo se asoció a efectos favorables en el perímetro de cintura, el índice de masa corporal, los triglicéridos y la glucosa plasmática a las 2 h; estas relaciones eran independientes del tiempo total de sedentarismo, el tiempo de actividad de intensidad media a alta y la intensidad media de la actividad física 14, Es interesante señalar que los patrones de acumulación del tiempo de sedentarismo (y, en cambio, no el tiempo total de sedentarismo) diferían en cuatro grupos de adultos con diversos patrones de actividad (grupos sin ocupación activa; grupo sano con ocupación sedentaria; grupo con dolor de espalda crónico; grupo con síndrome de fatiga crónica) 15, Estos dos resultados señalan a algunos caminos interesantes para futuros estudios en adolescentes. Por ejemplo, el examen (como hemos hecho nosotros en los adultos) de las asociaciones de las interrupciones del tiempo de sedentarismo con los biomarcadores cardiometabólicos en los adolescentes podría ser una contribución importante, con consecuencias significativas para la salud pública y las políticas educativas y de transporte urbano. Basándonos en nuestros resultados en adultos australianos, nosotros prediríamos que, en los adolescentes con menor número de interrupciones del tiempo de sedentarismo, podrían observarse unos patrones de riesgo cardiovascular significativamente peores. Perspectivas futuras: necesidad de mediciones exactas y fiables La medición exacta y fiable del tiempo empleado en conductas sedentarias es otro campo clave para los futuros avances. Aunque los acelerómetros aportan información sobre el tiempo, la duración y la intensidad de los movimientos ambulatorios (que permite realizar estimaciones del tiempo de sedentarismo), no aportan un detalle suficiente sobre los cambios posturales. Por consiguiente, no se diferencia el hecho de estar sentado o recostado del de estar de pie. La introducción de inclinómetros en la investigación durante la vida cotidiana (como el ActivPAL) permite un examen más detallado del tiempo específico durante el que el individuo está sentado o recostado 15, Otro paso importante en la medición de la conducta sedentaria es la integración de múltiples fuentes de información, como acelerómetros, inclinómetros, tecnología de GPS y registros de conducta, preferiblemente en un formato que comporte poca carga para el participante y para el análisis. Además, será necesario el desarrollo de cuestionarios válidos y fiables que midan múltiples dominios para la monitorización poblacional de esta conducta ubicua. Conclusiones Felicitamos a Martínez-Gómez et al 1 por su estudio, importante y bien realizado. Aunque se han diseñado varios estudios para identificar las consecuencias para la salud de la conducta sedentaria de los adolescentes, son pocos los que han presentado datos de biomarcadores hemáticos. La combinación del tiempo de sedentarismo determinado objetivamente como variable principal de exposición, junto con una serie amplia de parámetros biomarcadores, aporta unos datos de gran valor científico. Ahora, estos resultados deben ser reproducidos y ampliados, y será necesario aplicar diseños de estudio longitudinales y de ensayos de intervención. A medida que avance la ciencia en este campo, habrá un potencial considerablemente mayor de informar los cambios de la sanidad pública y otras políticas destinadas a reducir el tiempo de sedentarismo (p. ej., las interrupciones obligatorias del tiempo que se pasa sentado en la escuela; recomendaciones de salud pública más claras respecto a evitar permanecer mucho tiempo en sedestación; control del tráfico en los medios urbanos para el fomento de caminar o ir en bicicleta). En el entorno humano actual de oportunidades múltiples y ubicuas para estar sentado, hay una necesidad crucial de desarrollar una gama más amplia de oportunidades para que niños, adolescentes y adultos tengan más actividad física y dispongan de formas prácticas y realistas de dedicar menos tiempo a estar sentados dentro del contexto normal de sus actividades diarias 16, VÉASE ARTÍCULO EN PÁGS.277-85 G.N. Healy cuenta con el apoyo de una beca de posdoctorado del NHMRC (#569861) / National Heart Foundation of Australia (PH 08B 3905).N. Owen cuenta con el apoyo de una subvención de la Queensland Health Core Research Infrastructure y con financiación de una Subvención del Programa del NHMRC (#301200). Full English text available from: Correspondencia: Dra.G.N. Healy. Cancer Prevention Research Centre. School of Population Health. The University of Queensland. Herson Rd. Herston. QLD Australia 4006. Correo electrónico: : Conducta sedentaria y biomarcadores del riesgo cardiometabólico en adolescentes: un problema científico y de salud pública emergente | Revista Española de Cardiología
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¿Qué pasa si no hago ejercicio?
El sedentarismo afecta al peso, al nivel de colesterol, la densidad ósea y aumenta el riesgo de accidentes cardio y cerebrovasculares, hipertensión y diabetes. Además, la práctica de ejercicio físico es una buena manera de mantener el bienestar psicológico, una actitud positiva y activa ante las dificultades.
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¿Qué pasa si llevas una vida sedentaria?
Riesgos para el cuerpo – Las consecuencias del sedentarismo están directamente relacionadas con el riesgo a padecer enfermedades, Los problemas de salud son variados y afectan a cualquier individuo, aunque entre los más comunes tenemos:
Obesidad o sobrepeso. Aumento del colesterol en sangreAumento del riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares. Problemas de salud derivados de la presión arterial alta,Aumento de sentimientos como la depresión y la ansiedad. Ciertos tipos de cáncer, como el de colon, senos y útero. Osteoporosis. Dolor lumbar y espalda.
Todos estos problemas de salud están directamente asociados a la falta de actividad física. Por eso es tan importante combatir las consecuencias del sedentarismo con hábitos saludables.
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¿Qué podemos hacer para evitar el sedentarismo?
La mejor manera de combatir el sedentarismo es la realización de actividad física. La misma se define como la contracción muscular que resulta en un movimiento corporal con consumo de energía.
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¿Cuántas horas se considera sedentarismo?
El sedentarismo es la falta de actividad física regular, definida como: ‘menos de 30 minutos diarios de ejercicio regular y menos de 3 días a la semana’. La conducta sedentaria es propia de la manera de vivir, consumir y trabajar en las sociedades avanzadas.
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¿Cuáles son los tipos de sedentarismo?
Niveles de sedentarismo en población de 18 a 60 años. Manizales, Colombia Levels of sedentarism in the 18- to 60-year old population in Manizales, Colombia José A. Vidarte-Claros I ; Consuelo Vélez-Álvarez II ; José H. Parra-Sánchez III I Departamento de Movimiento Humano, Grupo de Investigación Cuerpo Movimiento, Universidad Autónoma de Manizales, Manizales, Colombia.
- [email protected] II Departamento de Salud Pública, Grupo de Investigación Cuerpo Movimiento.
- Universidad Autónoma de Manizales.
- Manizales, Colombia, [email protected],
- III Departamento de Matemáticas y Estadística, Universidad Nacional de Colombia.
- Manizales, Colombia.
- [email protected] RESUMEN OBJETIVO: Determinar los niveles de Sedentarismo en la población entre 18 y 60 años de la ciudad de Manizales.
MÉTODOS: Se realizó un estudio transversal, con una fase correlacional en 631 personas de 18 a 60 años de la ciudad de Manizales. Seleccionados a través de un muestreo aleatorio utilizando la K sistemática de equivalencia. Entre las variables analizadas se encuentran: edad, género, frecuencia semanal de práctica, IMC, Perímetro cadera y frecuencia cardiaca inicial.
RESULTADOS: Fueron estudiadas 631 personas (305 hombres y 326 mujeres) con una edad promedio de 37,7±12,1 años. La prevalencia de sedentarismo fue de 72,7 % (IC 95 % 69,2 – 76,1 %). En hombres el nivel de sedentarismo fue 60,7 % (IC 95 % 57 %: 63 %) y en mujeres de 84 % (IC 95 % 80,1 %:88 %), las variables que explicaron el nivel de sedentarismo en la población fueron: edad (p=0,03), género (p=0,00), frecuencia semanal de práctica de AF (p=0,00), perímetro cadera (p=0,042) y frecuencia cardiaca Inicial (p=0,00).
No predicen el nivel de sedentarismo el IMC y los Factores de riesgo como alcohol y tabaco. CONCLUSIONES: En la población de 18 a 60 años, 72,7 % son sedentarios. La edad, género, frecuencia semanal de práctica, perímetro cadera y frecuencia cardiaca inicial explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo de manera significativa, la con-cordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo es de 72,5 %.
Palabras Clave: Obesidad, sobrepeso, estilo de vida, actividad motora ( fuente: DeCS, BIREME ). ABSTRACT Objective Determining levels of inactivity in the population aged 18 to 60 years old in the city of Manizales. Methods This was a cross-sectional study with phase correlation of 631 people aged 18 to 60 years in Manizales.
People were selected by random sampling using the K systematic method. The variables analyzed were age, gender, weekly practi-ce, BMI, hip circumference and initial heart rate. Results 631 people were studied (305 males and 326 females) having a mean age of 37.7±12.1 years.
- Physical inactivity (PI) prevalence was 72.7 % (69.2-76.1 95 %CI).
- Male sedentarism was 60.7 % (57-63 95 %CI) and 84 % in females (80.1-88 95 %CI); the variables explaining the level of sedentarism in the target popula-tion were age (p=0.03), gender (p=0.00), weekly physical activity (PA) frequency (p=0.00), hip circumference (p=0.042) and initial heart rate (p=0.00).
PI level and BMI risk factors, such as alcohol and smoking, were not predicted. Conclusions 72.7 % of the population aged 18 to 60 years had a sedentary life-style. Age, gender, weekly PA/PI, hip circumference and initial heart rate signi-ficantly explained sedentarism level patterns; the correlation between observed values and those predicted by the model was 72.5 %.
Key Words: Obesity, overweight, life-style, motor activity ( source: MeSH, NLM ). El término sedentario proviene del latín sedentar us, de sed re, estar sentado. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2002, lo definió como “la poca agitación o movimiento” (1) En términos de gasto energético, se considera una persona sedentaria cuando en sus actividades cotidianas no aumenta más del 10 por ciento la energía que gasta en reposo (metabolismo basal) (2).
En los países desarrollados dos tercios de la población, llevan una vida claramente sedentaria o desarrollan un trabajo físico insuficiente (mínimo 30 minutos diarios) (3). Según la OPS y la OMS, en América Latina, tres cuartos de la población tienen un estilo de vida sedentario (4).
- En la población adulta el nivel de Actividad física es muy bajo, estudios en países latinoamericanos muestran una participación reducida a medida que se avanza en la edad (5).
- El estudio nacional de factores de riesgo de enfermedades crónicas evidencia que 52 % no realiza actividad física y solo 35 % de la población encuestada efectúa actividad física con una frecuencia de una vez por semana, 21,2 % la realiza mínimo 3 veces a la semana; en Bogotá el 20 % de los adolescentes es sedentario, 50 por ciento irregularmente activo, 19 % por ciento regularmente activo y 9,8 % activo (6).
El modelo de regresión logit binaria permite calcular la probabilidad de ocurrencia de un evento en función de variables explicativas categóricas o numéricas, este modelo es no lineal en el cual, para estimar los parámetros se emplea el método de máxima verosimilitud (MV).
Los estimadores máximos verosímiles son los que permiten maximizar el logaritmo de la función de verosimilitud o mayor probabilidad. Su aplicación en el área de salud es pronosticar el comportamiento de la variable dependiente para este caso sedentarismo como función de un grupo de covariables como edad, índice de masa corporal, frecuencia cardíaca entre otras (7).
Metodología Se realizó un estudio transversal con una fase correlacional. A través de un muestreo aleatorio utilizando la K sistemática de equivalencia, aleatoriamente a una de cada diez personas que transitaban por sitios definidos para recolectar información se le pedía bajo consentimiento informado que participara.
De los 84 personas correspondientes a cada sitio y teniendo en cuenta la edad y el género se evaluaron un hombre y una mujer de 18, 19, 20 años y así sucesivamente hasta llegar a los 60 años y completar el número correspondiente de personas por sitio. A quienes aceptaron participar se les evaluó: edad, género, estado civil, escolaridad, talla, peso, IMC, consumo de cigarrillo, consumo de alcohol, consumo de drogas, consumo de café, actividad física, nivel de sedentarismo, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, tensión arterial.
El Nivel de Sedentarismo fue valorado a través de un test físico con relación a la frecuencia cardiaca propuesto por Pérez- Rojas García (1996) (8); valoración objetiva para la clasificación del sedentarismo. Consiste en: Subir y bajar un escalón de 25 cm de altura, durante 3 minutos, aplicando tres cargas con ritmos progresivos,
(Se considera un paso un ciclo que comprende subir el pie derecho, el izquierdo, bajar el derecho y finalmente bajar el izquierdo). Se aplica cada carga durante 3 minutos y se descansa 1 minuto entre ellas, en cada carga se debe tener 120 pulsaciones por minuto o menos para continuar en las dos siguientes.
A partir de la ejecución y el comportamiento de la frecuencia cardíaca de los sujetos se clasifican en: sedentario severo, sedentario moderado, activo y muy activo. Los análisis estadísticos se realizaron en el programa SPSS 19.0. (Licencia Universidad Autónoma de Manizales).
- Se realizó un análisis univariado a las variables cuantitativas (promedio y D.S.
- Y cualitativas (frecuencias), posteriormente se realizó un análisis bivariado de la variable presencia o ausencia de sedentarismo en función de las variables potenciales explicativas del modelo de regresión, con el fin de identificar que variables tenían asociación e incluir éstas en la regresión Logit binaria como covariables.
Resultados Se evaluaron 631 personas, de las cuales el 51,7 % eran mujeres. La prevalencia del sedentarismo calculada es de 72,7 % IC 95 %: (69,2 %:76,1 %). El sexo femenino se clasifica en mayor porcentaje en la categoría de sedentaria severa, seguido de sedentario moderado. En la clasificación de activos y muy activos el sexo masculino presenta los mayores porcentajes. Al realizar la prueba chi cuadrado se encontró un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre estas dos variables y al realizar la prueba Phi se confirman dichas asociaciones. Las edades donde prevalece el sedentarismo están comprendidas entre los 18 y 24 años sedentario severo y sedentario moderado, mientras que las edades comprendidas entre 30 y 39 años y 45 y 49 años se categorizan como muy activos, las edades de 40 - 44 años en la categoría activos, ilustra los niveles de independencia entre estas variables (P=0,025). Al compararla frecuencia cardiaca inicial y los niveles de sedentarismo, el 67 % de la población clasificada como sedentaria severa inicia la prueba entre 61-90 pul/min., 7 % inicia por debajo de 60 pul/ min., 26,1 % por encima de 91 pul/min. En la población clasificada como sedentario moderado, 84 % inicia en los rangos de 61-90 pul/min., 5,2 % por debajo de 60 pul/min. y 10,8 % por encima de 90 pul/min. En la población clasificada como activo y muy activo 80,9 % y 80,6 % respectivamente comenzó la prueba en el rango de 61-90 pul/min. La prueba chi cuadrado arrojó un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre estas dos variables y la prueba Phi confirmó dichas asociaciones. Así mismo al realizar la prueba chi cuadrado se encontró que existe un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre nivel de actividad física y sedentarismo, la prueba Phi se confirmó dicha asociación. En la relación entre los niveles de sedentarismo y el tiempo de práctica, más de 60 minutos fue el de mayor porcentaje, de estos 82,8 % son muy activos, 57,5 % activos. Los menores porcentajes se ubican en tiempos de práctica menores de 30 minutos. Al realizar la prueba chi cuadrado se pudo observar que existe una dependencia estadísticamente significativa entre estas variables (P=0,014). Se realizó una regresión logística. La variable dependiente, nivel de sedentarismo, fue dicotomizada de la siguiente manera (0 sedentario y 1 activo) y una o más variables independientes, en este caso (frecuencia cardiaca inicial, perímetro cadera, IMC, frecuencia semanal de práctica, género y edad). En la Tabla 2 se muestran las variables incluidas como explicativas o regresoras y su operacionalización. Al analizar los resultados para la variable edad, considerada como categórica, se puede observar el valor negativo del coeficiente, lo que indica una relación negativa con el riesgo de sedentarismo. Igual hecho se da en las variables perímetro de cadera y frecuencia cardiaca inicial. Por el contrario, variables como frecuencia semanal e índice de masa corporal, presentan coeficientes positivos es, decir menos riesgo de sedentarismo. Como se muestra en la Tabla 3, todos los coeficientes son estadísticamente significativos al 5 %, excepto el coeficiente del índice de masa corporal que es significativo al 10 %. Como se observa en la Tabla 3, el modelo global es significativo según los test de log de verosimilitud, y R cuadrado de Nagelkerkea. La Tabla 4 muestra como la regresión tiene una capacidad explicativa en 72,5 % de los casos. Indicando una alta concordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo de regresión. Referencias La muestra de estudio fue de 631 participantes, 326 mujeres y 305 hombres. Estos resultados se asemejan con estudios realizados en Bogotá, Colombia (9) donde la población estuvo constituida por 1 212 hombres y 1 788 mujeres. En Medellín, Colombia (10) fueron 2 152 mujeres y 1 827 hombres. Igual que en Sao Paulo, Brasil (11) donde fueron 497 mujeres y 368 hombres. Estudios mundiales han demostrado que el sedentarismo prevalece en todas las edades, independiente de la situación económica, a diferencia del estudio realizado en Australia (12), Medellín (10) donde coinciden en que todas las formas de actividad física están asociadas con la educación, individuos con elevada escolaridad tienen mayor participación en actividades físicas comparados con los de menor escolaridad (13). En Brasil se encontró que sujetos de alto nivel socioeconómico son más inactivos que los de bajo nivel socioeconómico, aún con mayor conocimiento y percepción sobre el ejercicio (14). En Canadá, en una población de 18 a 65 años con bajos ingresos, bajo nivel de educación (15), se halló que el sexo femenino, la edad avanzada, la mala salud, la baja auto-eficacia para el desarrollo físico y la actividad, no están relacionadas con la actividad física. Otros estudios informaron que los factores sociales y culturales son determinantes de las diferencias en el estilo de vida sedentario por sexo (16,17). El presente estudio evidenció que la edad, género y nivel de escolaridad determinan la clasificación del sedentarismo. En todos los niveles de clasificación de sedentarismo se encontraron personas con sobrepeso y obesidad. Estos datos difieren con otro estudio (18), donde se determina que no hay diferencias estadísticamente significativas entre la prevalencia del sobrepeso y obesidad ni entre el IMC. El estudio realizado en Pasto, Colombia (19) utilizando el Ipaq, estableció una prevalencia de actividad física así: regularmente activos (63,0 %), irregularmente activos (34,0 %) e inactivos (2,9 %). Los hombres fueron más regularmente activos que las mujeres, datos similares a la presente investigación, ya que la prevalencia del sedentarismo encontrada fue de 72,7 %, la distribución por género estuvo constituida en 51,7 % por las mujeres y 48,3 % por hombres. Estudios refieren como el género está asociado al sedentarismo 4,3 veces más sedentarias las mujeres que los hombres (9,12,17- 21). En relación con la población adulta el nivel de Actividad física es muy bajo, estudios en algunos países latinoamericanos muestran una participación reducida a medida que se avanza en la edad (22). Al analizar la edad, con los datos obtenidos se evidencia que los participantes con edades comprendidas entre 18 y 24 años se encuentran incluidos en la categoría sedentarios. Contrastan éstos datos con la mejor condición física encontrada en personas entre 30 a 39 años y 45 a 49 años, siendo más activas las personas con edades comprendidas entre 40 y 44 años. Lo anterior es coherente con estudios que encontraron que el grupo de 18 a 24 años en alto porcentaje no practica actividad física o deporte regularmente, y no efectúa ningún tipo de ejercicio (23-25). En Colombia, los datos sobre sedentarismo son similares a los hallados en los demás países, es así como el estudio nacional de factores de riesgo de enfermedades crónicas encontró que 52 % no ejecuta actividad física y solo 35 % de la población encuestada realiza actividad física con una frecuencia de una vez a la semana, el 21,2 % la práctica de manera regular mínimo 3 veces a la semana. En Bogotá se reportan datos como los siguientes: 20 por ciento de los adolescentes es sedentario, 50 % por ciento irregularmente activo, 19 % regularmente activo y 9.8 % activo (3). En este mismo sentido otros estudios (10,26,27) muestran que el sedentarismo se adopta en la juventud y se mantiene a lo largo de la vida. De igual manera se muestra como los mayores descensos de niveles de actividad física se dan durante la adolescencia, y la inactividad aumenta de forma más lenta con el pasar de los años en toda la edad adulta (8,28). El informe sobre la salud en el mundo, de la OMS 2002, evidenció que en América latina ocurren al año 119.000 decesos asociados a estilos de vida sedentarios (29). La inactividad constituye uno de los grandes factores de riesgo que explican las proporciones epidémicas actuales de las enfermedades no transmisibles (ENT). Esta situación se corroboró cuando la American Heart Association (AHA), basada en evidencias científicas, anunció: "la vida sedentaria fue oficialmente ascendida a factor de riesgo mayor e independiente de enfermedad coronaria" (30). Estudios en Chile, reportan datos asociados al sedentarismo, como sobrepeso y obesidad y algún grado de hipertensión arterial, siendo mayor en varones que en mujeres (25). Otros estudios (31) relacionan estos aspectos con la frecuencia de actividad física y la clase social, plantean la importancia de cambios en los estilos de vida y hábitos de las personas, tanto en el hábito de fumar, el consumo de alcohol y la experiencia con la marihuana. En la población manizaleña, se encontró como al comparar el nivel de sedentarismo y fumar, no es determinante para los niveles de actividad dato que coincide con lo establecido por Eliozondo (32), quien concluye que no existe asociación entre el consumo de tabaco y el sedentarismo. En cuanto el nivel de actividad física se evidenció que la población manizaleña realiza en mayor proporción actividad física que deporte o ejercicio físico, dato que evidencia como se está mejorando en el desarrollo de una práctica que incluye características de experiencia personal y práctica sociocultural (33). Además se encontraron niveles de dependencia y asociaciones entre el nivel de sedentarismo y los factores de riesgo (p<0,001), la frecuencia cardiaca inicial (p<0,000), frecuencia semanal de práctica (p<0,000), e IMC (p<0,009) Estos datos corroboran otros estudios realizados sobre la temática( 10,18, 24,25,33), existiendo una relación directamente proporcional entre variables antropométricas, fisiológicas y socioculturales y la práctica de la actividad física que se convierten en factores determinantes de los niveles de sedentarismo (4). La evidencia del modelo de regresión realizado mostró como variables de mayor peso estadístico (p<0,05) la edad, el género, la frecuencia cardiaca inicial, la frecuencia semanal de práctica, y el perímetro cadera (p<0,042), estas explican el sedentarismo en las personas que participaron en el estudio. Otros estudios muestran una relación entre diferentes variables y los niveles de sedentarismo, es el caso del estudio en España (34) el género, actividad física de los padres, actividad física de los amigos y sobrepeso explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo en adolescentes y concluye que todos los factores de influencia resultantes con excepción del género son modificables. Al comparar estos datos con el presente modelo se encuentran concordancias en las variables género, actividad física e IMC, explicativas del nivel de sedentarismo. Elizondo (32), encontró que la edad y el estado civil son los dos factores que mejor predicen el estilo de vida sedentario en los hombres, estudio que al compararse con el actual muestra la edad como variable explicativa para el nivel de sedentarismo. Bernstein (35) en su estudio multinivel demuestra como los factores individuales que para este caso son edad, género, perímetro cintura cadera, IMC tiempo de práctica, frecuencia de práctica influyen de manera significativa en el comportamiento del sedentarismo a diferencia de lo que pasa con factores relacionados con el entorno. Diversos estudios indican que los predictores de la práctica de actividad física difieren según el género (36) y señalan la necesidad de estudiarlos en los diferentes subgrupos de la población (hombres y mujeres). Por otra parte, se recomienda el estudio de los predictores según el tipo o nivel de actividad física que se practique (37). Según el modelo de regresión las variables edad, género, frecuencia de práctica de actividad física, perímetro cadera, y frecuencia cardiaca inicial explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo de manera significativa siendo de un 72,5 % la concordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo; encontrándose dependencia psicofisiológica y funcional relacional entre cada una de ellas. Es así como por ejemplo en la frecuencia cardiaca influyen otras variables como son la edad, el IMC, frecuencia semanal y género, entre otros (38). Los autores reconocen como limitaciones del estudio que las inferencias derivadas de él aplican a la población entre 18 y 60 años de la ciudad de Manizales. Agradecimientos : Los autores agradecen a los participantes del estudio, los tesistas María Nancy Rubio Silva, Diana María Restrepo Arias, José William Becerra Arias y la Universidad Autónoma de Manizales. Referencias 1. Organización Mundial de la Salud. 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Training induced changes in maximum heartrate. Int J Sports Med.2008; 29:129-162. Recibido 13 Febrero 2012/Enviado para Modificación 30 Abril 2012/Aceptado 29 Mayo 2012
Ver respuesta completa¿Cuándo es el mejor horario para hacer ejercicio?
Cul es la mejor hora del da para entrenar? – La primera investigacin, llevada a cabo por la Universidad de California en Irvine (EEUU), asegura que la mejor hora para hacer ejercicio es por la maana, justo nada ms levantarnos de la cama. Segn este estudio, es lo ms indicado para acelerar nuestro metabolismo y, tambin, para levantar el nimo y reducir el estrs ya que empezar el da con algo de deporte har que generemos dopamina, serotonina y endorfinas, las hormonas de la felicidad que nos ayudarn a sentirnos bien durante el resto de la jornada.
Pero qu pasa si te da pereza levantarte de la cama para entrenar ? Fuera culpas porque los cientficos del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel llegan al rescate. Segn sus estudios, el mejor momento para hacer deporte es al caer la tarde y en las primeras horas de la noche. En su opinin, es cuando la actividad fsica resulta ms eficiente, porque el consumo de oxgeno es menor, tenemos ms fuerza y resistencia y la temperatura corporal es algo ms elevada, lo que hace que el cuerpo queme ms caloras.
Cindonos a lo anterior, ambos momentos del da tienen sus ventajas, aunque tambin sus inconvenientes. Y, en cualquier caso, la mejor hora ser siempre la que te permita conseguir una rutina, porque de ello depender que integres el deporte en tu vida. “Hay personas que se levantan muy activas y a las que les gusta entrenar antes de empezar la jornada laboral.
- Otras aprovechan la parada del medioda para escaparse al gimnasio,
- Tambin hay quien prefiere hacer ejercicio a ltima hora de la tarde, para descargar el estrs del da y desconectar”, explica el entrenador Cesc Escol, autor del libro ‘Mucho ms que fitness’.
- Si no sabes a qu grupo perteneces, prueba distintos horarios hasta dar con el tuyo.
Sea como sea, lo importante es que te resulte agradable”, asegura. Porque, como demuestran las investigaciones, tanto los entrenamientos matutinos como los nocturnos tienen sus ventajas, solo hay que decidir cules son las que ms te convienen. Shutterstock
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¿Qué es primero el ejercicio o la comida?
No comer los alimentos correctos antes de hacer ejercicio implicará que tendrás dificultades para terminar tu rutina de ejercicio y que tu desempeño no será el mejor posible. – Lo ideal es que haga una comida pequeña entre dos y cuatro horas antes de hacer ejercici o.
Esto aumentará los niveles de glucógeno de tu hígado y músculos (el glucógeno es el combustible que proporciona energía), lo cual te permitirá entrenar a tu nivel óptimo y durante más tiempo. Asegúrate de que lo que comas antes del ejercicio contenga una cantidad moderada de proteínas para ayudarte en la recuperación después del ejercicio y una gran cantidad de carbohidratos para aumentar el nivel de glucosa en sangre.
Para evitar problemas digestivos, como dolor de estómago o malestar, limita el contenido de grasas y de fibra. Es posible que tengas que probar distintos períodos de tiempo para tu comida antes del ejercicio para asegurarte de que no te sientas incómodo cuando comiences a realizar actividad física.
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¿Cuál es la mejor edad para empezar a hacer ejercicio?
¿Cuántos minutos de ejercicio debes hacer al día? – Los expertos han hecho tres grupos de edad en función de las etapas que hay en la vida y en las que debes ajustar tus tiempos y rutinas para que los beneficios que obtengas del ejercicio sean los máximos.
Así pues, la primera etapa sería entre los 5 y 7 años, A esta edad lo más recomendado es realizar actividad física recreativa y deportes durante unos 60 minutos diarios, tal y como mantiene la OMS. Se trata de actividades como correr, nadar o caminar. Además, tres días a la semana es conveniente realizar actividades que fuercen los músculos.
La segunda etapa sería la comprendida entre los 18 y 64 años, en la que se recomienda un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada (caminar, bailar, realizar tareas domesticas, jugar con niños, pasear al perro) y 75 minutos de actividad física más intensa (correr, natación, deportes competitivos como fútbol o tenis, ir al gimnasio).
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¿Cómo saber si soy fisicamente activo?
Sedentario o inactivo: realiza menos de 5.000 pasos/día. Algo activo pero no alcanza las recomendaciones de actividad física saludable: realiza entre 5.000 y 9.999 pasos/día. Activo : cumple las recomendaciones de actividad física saludable: realiza entre 10.000 y 12.499 pasos/día.
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¿Cómo hacer que una persona sedentaria a ser más activa?
Paso 5: Progresar y marcarte metas más altas –
- Alargar tiempos y distancias.
- Reducir tiempo al kilómetro.
- Trackear rutas y superar records.
- Apuntarse a alguna carrera popular
Existen otras opciones de empezar ya sea correr, nadar, andar en bicicleta ir al gimnasio o lo que tu prefieras tienes mucha bibliografía e información a tu disposición solo comprueba de que comienzas de forma lógica y segura y una vez que sientas el bienestar y los beneficios de la actividad física ya no podrás parar. : Cómo pasar del sedentarismo a la actividad física constante e intensa
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¿Cuáles son las principales causas del sedentarismo en los jóvenes?
El uso prolongado de tecnologías de información (computadoras, tablets, videojuegos y celulares) se ha convertido en una causa fundamental del sedentarismo en niños y adolescentes, lo que ocasiona un aumento en el sobrepeso y la obesidad, así como de la diabetes, alertó la senadora Yolanda de la Torre.
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¿Cuáles son los tipos de sedentarismo?
Niveles de sedentarismo en población de 18 a 60 años. Manizales, Colombia Levels of sedentarism in the 18- to 60-year old population in Manizales, Colombia José A. Vidarte-Claros I ; Consuelo Vélez-Álvarez II ; José H. Parra-Sánchez III I Departamento de Movimiento Humano, Grupo de Investigación Cuerpo Movimiento, Universidad Autónoma de Manizales, Manizales, Colombia.
[email protected] II Departamento de Salud Pública, Grupo de Investigación Cuerpo Movimiento. Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia, [email protected], III Departamento de Matemáticas y Estadística, Universidad Nacional de Colombia. Manizales, Colombia. [email protected] RESUMEN OBJETIVO: Determinar los niveles de Sedentarismo en la población entre 18 y 60 años de la ciudad de Manizales.
MÉTODOS: Se realizó un estudio transversal, con una fase correlacional en 631 personas de 18 a 60 años de la ciudad de Manizales. Seleccionados a través de un muestreo aleatorio utilizando la K sistemática de equivalencia. Entre las variables analizadas se encuentran: edad, género, frecuencia semanal de práctica, IMC, Perímetro cadera y frecuencia cardiaca inicial.
- RESULTADOS: Fueron estudiadas 631 personas (305 hombres y 326 mujeres) con una edad promedio de 37,7±12,1 años.
- La prevalencia de sedentarismo fue de 72,7 % (IC 95 % 69,2 – 76,1 %).
- En hombres el nivel de sedentarismo fue 60,7 % (IC 95 % 57 %: 63 %) y en mujeres de 84 % (IC 95 % 80,1 %:88 %), las variables que explicaron el nivel de sedentarismo en la población fueron: edad (p=0,03), género (p=0,00), frecuencia semanal de práctica de AF (p=0,00), perímetro cadera (p=0,042) y frecuencia cardiaca Inicial (p=0,00).
No predicen el nivel de sedentarismo el IMC y los Factores de riesgo como alcohol y tabaco. CONCLUSIONES: En la población de 18 a 60 años, 72,7 % son sedentarios. La edad, género, frecuencia semanal de práctica, perímetro cadera y frecuencia cardiaca inicial explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo de manera significativa, la con-cordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo es de 72,5 %.
Palabras Clave: Obesidad, sobrepeso, estilo de vida, actividad motora ( fuente: DeCS, BIREME ). ABSTRACT Objective Determining levels of inactivity in the population aged 18 to 60 years old in the city of Manizales. Methods This was a cross-sectional study with phase correlation of 631 people aged 18 to 60 years in Manizales.
People were selected by random sampling using the K systematic method. The variables analyzed were age, gender, weekly practi-ce, BMI, hip circumference and initial heart rate. Results 631 people were studied (305 males and 326 females) having a mean age of 37.7±12.1 years.
Physical inactivity (PI) prevalence was 72.7 % (69.2-76.1 95 %CI). Male sedentarism was 60.7 % (57-63 95 %CI) and 84 % in females (80.1-88 95 %CI); the variables explaining the level of sedentarism in the target popula-tion were age (p=0.03), gender (p=0.00), weekly physical activity (PA) frequency (p=0.00), hip circumference (p=0.042) and initial heart rate (p=0.00).
PI level and BMI risk factors, such as alcohol and smoking, were not predicted. Conclusions 72.7 % of the population aged 18 to 60 years had a sedentary life-style. Age, gender, weekly PA/PI, hip circumference and initial heart rate signi-ficantly explained sedentarism level patterns; the correlation between observed values and those predicted by the model was 72.5 %.
- Ey Words: Obesity, overweight, life-style, motor activity ( source: MeSH, NLM ).
- El término sedentario proviene del latín sedentar us, de sed re, estar sentado.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2002, lo definió como “la poca agitación o movimiento” (1) En términos de gasto energético, se considera una persona sedentaria cuando en sus actividades cotidianas no aumenta más del 10 por ciento la energía que gasta en reposo (metabolismo basal) (2).
En los países desarrollados dos tercios de la población, llevan una vida claramente sedentaria o desarrollan un trabajo físico insuficiente (mínimo 30 minutos diarios) (3). Según la OPS y la OMS, en América Latina, tres cuartos de la población tienen un estilo de vida sedentario (4).
En la población adulta el nivel de Actividad física es muy bajo, estudios en países latinoamericanos muestran una participación reducida a medida que se avanza en la edad (5). El estudio nacional de factores de riesgo de enfermedades crónicas evidencia que 52 % no realiza actividad física y solo 35 % de la población encuestada efectúa actividad física con una frecuencia de una vez por semana, 21,2 % la realiza mínimo 3 veces a la semana; en Bogotá el 20 % de los adolescentes es sedentario, 50 por ciento irregularmente activo, 19 % por ciento regularmente activo y 9,8 % activo (6).
El modelo de regresión logit binaria permite calcular la probabilidad de ocurrencia de un evento en función de variables explicativas categóricas o numéricas, este modelo es no lineal en el cual, para estimar los parámetros se emplea el método de máxima verosimilitud (MV).
- Los estimadores máximos verosímiles son los que permiten maximizar el logaritmo de la función de verosimilitud o mayor probabilidad.
- Su aplicación en el área de salud es pronosticar el comportamiento de la variable dependiente para este caso sedentarismo como función de un grupo de covariables como edad, índice de masa corporal, frecuencia cardíaca entre otras (7).
Metodología Se realizó un estudio transversal con una fase correlacional. A través de un muestreo aleatorio utilizando la K sistemática de equivalencia, aleatoriamente a una de cada diez personas que transitaban por sitios definidos para recolectar información se le pedía bajo consentimiento informado que participara.
- De los 84 personas correspondientes a cada sitio y teniendo en cuenta la edad y el género se evaluaron un hombre y una mujer de 18, 19, 20 años y así sucesivamente hasta llegar a los 60 años y completar el número correspondiente de personas por sitio.
- A quienes aceptaron participar se les evaluó: edad, género, estado civil, escolaridad, talla, peso, IMC, consumo de cigarrillo, consumo de alcohol, consumo de drogas, consumo de café, actividad física, nivel de sedentarismo, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, tensión arterial.
El Nivel de Sedentarismo fue valorado a través de un test físico con relación a la frecuencia cardiaca propuesto por Pérez- Rojas García (1996) (8); valoración objetiva para la clasificación del sedentarismo. Consiste en: Subir y bajar un escalón de 25 cm de altura, durante 3 minutos, aplicando tres cargas con ritmos progresivos,
- Se considera un paso un ciclo que comprende subir el pie derecho, el izquierdo, bajar el derecho y finalmente bajar el izquierdo).
- Se aplica cada carga durante 3 minutos y se descansa 1 minuto entre ellas, en cada carga se debe tener 120 pulsaciones por minuto o menos para continuar en las dos siguientes.
A partir de la ejecución y el comportamiento de la frecuencia cardíaca de los sujetos se clasifican en: sedentario severo, sedentario moderado, activo y muy activo. Los análisis estadísticos se realizaron en el programa SPSS 19.0. (Licencia Universidad Autónoma de Manizales).
- Se realizó un análisis univariado a las variables cuantitativas (promedio y D.S.
- Y cualitativas (frecuencias), posteriormente se realizó un análisis bivariado de la variable presencia o ausencia de sedentarismo en función de las variables potenciales explicativas del modelo de regresión, con el fin de identificar que variables tenían asociación e incluir éstas en la regresión Logit binaria como covariables.
Resultados Se evaluaron 631 personas, de las cuales el 51,7 % eran mujeres. La prevalencia del sedentarismo calculada es de 72,7 % IC 95 %: (69,2 %:76,1 %). El sexo femenino se clasifica en mayor porcentaje en la categoría de sedentaria severa, seguido de sedentario moderado. En la clasificación de activos y muy activos el sexo masculino presenta los mayores porcentajes. Al realizar la prueba chi cuadrado se encontró un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre estas dos variables y al realizar la prueba Phi se confirman dichas asociaciones. Las edades donde prevalece el sedentarismo están comprendidas entre los 18 y 24 años sedentario severo y sedentario moderado, mientras que las edades comprendidas entre 30 y 39 años y 45 y 49 años se categorizan como muy activos, las edades de 40 - 44 años en la categoría activos, ilustra los niveles de independencia entre estas variables (P=0,025). Al compararla frecuencia cardiaca inicial y los niveles de sedentarismo, el 67 % de la población clasificada como sedentaria severa inicia la prueba entre 61-90 pul/min., 7 % inicia por debajo de 60 pul/ min., 26,1 % por encima de 91 pul/min. En la población clasificada como sedentario moderado, 84 % inicia en los rangos de 61-90 pul/min., 5,2 % por debajo de 60 pul/min. y 10,8 % por encima de 90 pul/min. En la población clasificada como activo y muy activo 80,9 % y 80,6 % respectivamente comenzó la prueba en el rango de 61-90 pul/min. La prueba chi cuadrado arrojó un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre estas dos variables y la prueba Phi confirmó dichas asociaciones. Así mismo al realizar la prueba chi cuadrado se encontró que existe un nivel de dependencia estadísticamente significativo (p<0,000) entre nivel de actividad física y sedentarismo, la prueba Phi se confirmó dicha asociación. En la relación entre los niveles de sedentarismo y el tiempo de práctica, más de 60 minutos fue el de mayor porcentaje, de estos 82,8 % son muy activos, 57,5 % activos. Los menores porcentajes se ubican en tiempos de práctica menores de 30 minutos. Al realizar la prueba chi cuadrado se pudo observar que existe una dependencia estadísticamente significativa entre estas variables (P=0,014). Se realizó una regresión logística. La variable dependiente, nivel de sedentarismo, fue dicotomizada de la siguiente manera (0 sedentario y 1 activo) y una o más variables independientes, en este caso (frecuencia cardiaca inicial, perímetro cadera, IMC, frecuencia semanal de práctica, género y edad). En la Tabla 2 se muestran las variables incluidas como explicativas o regresoras y su operacionalización. Al analizar los resultados para la variable edad, considerada como categórica, se puede observar el valor negativo del coeficiente, lo que indica una relación negativa con el riesgo de sedentarismo. Igual hecho se da en las variables perímetro de cadera y frecuencia cardiaca inicial. Por el contrario, variables como frecuencia semanal e índice de masa corporal, presentan coeficientes positivos es, decir menos riesgo de sedentarismo. Como se muestra en la Tabla 3, todos los coeficientes son estadísticamente significativos al 5 %, excepto el coeficiente del índice de masa corporal que es significativo al 10 %. Como se observa en la Tabla 3, el modelo global es significativo según los test de log de verosimilitud, y R cuadrado de Nagelkerkea. La Tabla 4 muestra como la regresión tiene una capacidad explicativa en 72,5 % de los casos. Indicando una alta concordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo de regresión. Referencias La muestra de estudio fue de 631 participantes, 326 mujeres y 305 hombres. Estos resultados se asemejan con estudios realizados en Bogotá, Colombia (9) donde la población estuvo constituida por 1 212 hombres y 1 788 mujeres. En Medellín, Colombia (10) fueron 2 152 mujeres y 1 827 hombres. Igual que en Sao Paulo, Brasil (11) donde fueron 497 mujeres y 368 hombres. Estudios mundiales han demostrado que el sedentarismo prevalece en todas las edades, independiente de la situación económica, a diferencia del estudio realizado en Australia (12), Medellín (10) donde coinciden en que todas las formas de actividad física están asociadas con la educación, individuos con elevada escolaridad tienen mayor participación en actividades físicas comparados con los de menor escolaridad (13). En Brasil se encontró que sujetos de alto nivel socioeconómico son más inactivos que los de bajo nivel socioeconómico, aún con mayor conocimiento y percepción sobre el ejercicio (14). En Canadá, en una población de 18 a 65 años con bajos ingresos, bajo nivel de educación (15), se halló que el sexo femenino, la edad avanzada, la mala salud, la baja auto-eficacia para el desarrollo físico y la actividad, no están relacionadas con la actividad física. Otros estudios informaron que los factores sociales y culturales son determinantes de las diferencias en el estilo de vida sedentario por sexo (16,17). El presente estudio evidenció que la edad, género y nivel de escolaridad determinan la clasificación del sedentarismo. En todos los niveles de clasificación de sedentarismo se encontraron personas con sobrepeso y obesidad. Estos datos difieren con otro estudio (18), donde se determina que no hay diferencias estadísticamente significativas entre la prevalencia del sobrepeso y obesidad ni entre el IMC. El estudio realizado en Pasto, Colombia (19) utilizando el Ipaq, estableció una prevalencia de actividad física así: regularmente activos (63,0 %), irregularmente activos (34,0 %) e inactivos (2,9 %). Los hombres fueron más regularmente activos que las mujeres, datos similares a la presente investigación, ya que la prevalencia del sedentarismo encontrada fue de 72,7 %, la distribución por género estuvo constituida en 51,7 % por las mujeres y 48,3 % por hombres. Estudios refieren como el género está asociado al sedentarismo 4,3 veces más sedentarias las mujeres que los hombres (9,12,17- 21). En relación con la población adulta el nivel de Actividad física es muy bajo, estudios en algunos países latinoamericanos muestran una participación reducida a medida que se avanza en la edad (22). Al analizar la edad, con los datos obtenidos se evidencia que los participantes con edades comprendidas entre 18 y 24 años se encuentran incluidos en la categoría sedentarios. Contrastan éstos datos con la mejor condición física encontrada en personas entre 30 a 39 años y 45 a 49 años, siendo más activas las personas con edades comprendidas entre 40 y 44 años. Lo anterior es coherente con estudios que encontraron que el grupo de 18 a 24 años en alto porcentaje no practica actividad física o deporte regularmente, y no efectúa ningún tipo de ejercicio (23-25). En Colombia, los datos sobre sedentarismo son similares a los hallados en los demás países, es así como el estudio nacional de factores de riesgo de enfermedades crónicas encontró que 52 % no ejecuta actividad física y solo 35 % de la población encuestada realiza actividad física con una frecuencia de una vez a la semana, el 21,2 % la práctica de manera regular mínimo 3 veces a la semana. En Bogotá se reportan datos como los siguientes: 20 por ciento de los adolescentes es sedentario, 50 % por ciento irregularmente activo, 19 % regularmente activo y 9.8 % activo (3). En este mismo sentido otros estudios (10,26,27) muestran que el sedentarismo se adopta en la juventud y se mantiene a lo largo de la vida. De igual manera se muestra como los mayores descensos de niveles de actividad física se dan durante la adolescencia, y la inactividad aumenta de forma más lenta con el pasar de los años en toda la edad adulta (8,28). El informe sobre la salud en el mundo, de la OMS 2002, evidenció que en América latina ocurren al año 119.000 decesos asociados a estilos de vida sedentarios (29). La inactividad constituye uno de los grandes factores de riesgo que explican las proporciones epidémicas actuales de las enfermedades no transmisibles (ENT). Esta situación se corroboró cuando la American Heart Association (AHA), basada en evidencias científicas, anunció: "la vida sedentaria fue oficialmente ascendida a factor de riesgo mayor e independiente de enfermedad coronaria" (30). Estudios en Chile, reportan datos asociados al sedentarismo, como sobrepeso y obesidad y algún grado de hipertensión arterial, siendo mayor en varones que en mujeres (25). Otros estudios (31) relacionan estos aspectos con la frecuencia de actividad física y la clase social, plantean la importancia de cambios en los estilos de vida y hábitos de las personas, tanto en el hábito de fumar, el consumo de alcohol y la experiencia con la marihuana. En la población manizaleña, se encontró como al comparar el nivel de sedentarismo y fumar, no es determinante para los niveles de actividad dato que coincide con lo establecido por Eliozondo (32), quien concluye que no existe asociación entre el consumo de tabaco y el sedentarismo. En cuanto el nivel de actividad física se evidenció que la población manizaleña realiza en mayor proporción actividad física que deporte o ejercicio físico, dato que evidencia como se está mejorando en el desarrollo de una práctica que incluye características de experiencia personal y práctica sociocultural (33). Además se encontraron niveles de dependencia y asociaciones entre el nivel de sedentarismo y los factores de riesgo (p<0,001), la frecuencia cardiaca inicial (p<0,000), frecuencia semanal de práctica (p<0,000), e IMC (p<0,009) Estos datos corroboran otros estudios realizados sobre la temática( 10,18, 24,25,33), existiendo una relación directamente proporcional entre variables antropométricas, fisiológicas y socioculturales y la práctica de la actividad física que se convierten en factores determinantes de los niveles de sedentarismo (4). La evidencia del modelo de regresión realizado mostró como variables de mayor peso estadístico (p<0,05) la edad, el género, la frecuencia cardiaca inicial, la frecuencia semanal de práctica, y el perímetro cadera (p<0,042), estas explican el sedentarismo en las personas que participaron en el estudio. Otros estudios muestran una relación entre diferentes variables y los niveles de sedentarismo, es el caso del estudio en España (34) el género, actividad física de los padres, actividad física de los amigos y sobrepeso explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo en adolescentes y concluye que todos los factores de influencia resultantes con excepción del género son modificables. Al comparar estos datos con el presente modelo se encuentran concordancias en las variables género, actividad física e IMC, explicativas del nivel de sedentarismo. Elizondo (32), encontró que la edad y el estado civil son los dos factores que mejor predicen el estilo de vida sedentario en los hombres, estudio que al compararse con el actual muestra la edad como variable explicativa para el nivel de sedentarismo. Bernstein (35) en su estudio multinivel demuestra como los factores individuales que para este caso son edad, género, perímetro cintura cadera, IMC tiempo de práctica, frecuencia de práctica influyen de manera significativa en el comportamiento del sedentarismo a diferencia de lo que pasa con factores relacionados con el entorno. Diversos estudios indican que los predictores de la práctica de actividad física difieren según el género (36) y señalan la necesidad de estudiarlos en los diferentes subgrupos de la población (hombres y mujeres). Por otra parte, se recomienda el estudio de los predictores según el tipo o nivel de actividad física que se practique (37). Según el modelo de regresión las variables edad, género, frecuencia de práctica de actividad física, perímetro cadera, y frecuencia cardiaca inicial explican el comportamiento de los niveles de sedentarismo de manera significativa siendo de un 72,5 % la concordancia entre los valores observados y los pronosticados por el modelo; encontrándose dependencia psicofisiológica y funcional relacional entre cada una de ellas. Es así como por ejemplo en la frecuencia cardiaca influyen otras variables como son la edad, el IMC, frecuencia semanal y género, entre otros (38). Los autores reconocen como limitaciones del estudio que las inferencias derivadas de él aplican a la población entre 18 y 60 años de la ciudad de Manizales. Agradecimientos : Los autores agradecen a los participantes del estudio, los tesistas María Nancy Rubio Silva, Diana María Restrepo Arias, José William Becerra Arias y la Universidad Autónoma de Manizales. Referencias 1. Organización Mundial de la Salud. 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